Comité Internacional de la Cruz Roja -CICR-

Comité Internacional de la Cruz Roja -CICR-

El Comité Internacional de la Cruz Roja -CICR- es una organización que tiene una misión exclusivamente humanitaria de proteger a las víctimas de la guerra y la violencia interna.

El CICR, fundado en 1863, trabaja en todo el mundo para prestar ayuda humanitaria a las personas afectadas por los conflictos y la violencia armada , y para promover las leyes por las que se protege a las víctimas de la guerra. Es una Institución independiente y neutral, su cometido dimana esencialmente de los Convenios de Ginebra de 1949. Sito en Ginebra, Suiza, emplea a unas 20.000 personas en 100 países; su financiación estriba principalmente en los donativos voluntarios procedentes de los Gobiernos y de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Historia

El Comité que más tarde sería el Comité Internacional de la Cruz Roja se reunió por primera vez en febrero de 1863, en Ginebra, Suiza. Entre sus cinco miembros había un hombre del lugar llamado Henry Dunant, quien un año antes había publicado un libro con el cual hizo campaña, Recuerdo de Solferino, en el que hacía un llamamiento para mejorar la asistencia a los soldados heridos en tiempo de guerra.

A finales de año, el Comité había congregado a representantes para convenir, según la propuesta de Dunant, en el establecimiento de Sociedades Nacionales de socorro a fin de que fueran auxiliares de los servicios sanitarios de los ejércitos. Y, en agosto de 1864, persuadió a los Gobiernos a que aprueben el Primer Convenio de Ginebra. Por ese tratado los ejércitos tenían la obligación prestar asistencia a los soldados heridos, independientemente del bando al que pertenecían, y se introdujo un emblema uniforme para los servicios sanitarios: una cruz roja sobre fondo blanco.

El cometido del CICR era al principio el de coordinar. Pero, paulatinamente, se iba implicando más en las actividades operacionales sobre el terreno, en tanto que descollaba la necesidad de un intermediario neutral entre los beligerantes. Los siguientes 50 años, el CICR expandió su labor, en tanto que se iban estableciendo las Sociedades Nacionales (la primera, en el estado alemán de Württemberg, en noviembre de 1863) y se adaptó el Convenio de Ginebra para incluir la guerra en el mar.

Primera Guerra Mundial 1914 – 1918

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, basándose en la experiencia adquirida en otros conflictos, el CICR abrió una Agencia Central de Prisioneros de Guerra, en Ginebra, cuya finalidad era restablecer el contacto entre los soldados capturados y sus familiares.

Siguió innovando: sus visitas a los prisioneros de guerra aumentaron durante este período; intervino acerca del uso de armas que causan sufrimientos excesivos: en 1918, hizo un llamamiento a los beligerantes para que renuncien al uso del gas mostaza. Ese mismo año, en Hungría, visitó por primera vez a prisioneros políticos.

Las mismas Sociedades Nacionales emprendieron una movilización sin precedentes, en la cual voluntarios dirigían los servicios de ambulancia sobre campo de batalla y prestaban asistencia los heridos en los hospitales. Para la Cruz Roja de muchos países, era su hora más pura.

1918 – 1939

Después de la guerra, muchas Sociedades Nacionales consideraron que, con el advenimiento de la paz y las esperanzas de un nuevo orden mundial, el cometido de la Cruz Roja tenía que cambiar. En 1919, fundaron la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, prevista como el futuro órgano de coordinación y de apoyo para el Movimiento. Pero los conflictos durante los decenios de 1920 y de 1930 pusieron de relieve la necesidad de un intermediario neutral, y el CICR siguió activo, cada vez más fuera de Europa (Etiopía, América del Sur, Lejano Oriente) y en las guerras civiles (especialmente en España).

En 1929, el CICR persuadió a los Gobiernos a que aprueben un nuevo Convenio de Ginebra, a fin de prestar mayor protección a los prisioneros de guerra. Pero, a pesar de las evidentes amenazas mayores que entrañaba la guerra moderna, no pudo lograr a tiempo que convinieran en nuevas leyes para proteger a los civiles, para prevenir las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial.

Segunda Guerra Mundial 1939 – 1945

En la Segunda Guerra Mundial se registró una gran expansión de actividades, cuando la Institución intentó obrar para prestar asistencia y proteger a las víctimas de todos los bandos. El CICR y la Liga trabajaron conjuntamente para enviar socorros en todo el mundo, en favor de prisioneros de guerra y de la población civil. Los delegados del CICR visitaron a prisioneros de guerra en todo el mundo y ayudaron en el intercambio de millones de mensajes de Cruz Roja entre familiares. Durante años, tras la guerra, el CICR gestionó solicitudes de noticias acerca de familiares desaparecidos.

Sin embargo, en este período también se registró el mayor fracaso del CICR: su falta de acción en favor de las víctimas del Holocausto y otros grupos perseguidos. Carente de una base jurídica específica, vinculado por sus procedimientos tradicionales y trabado por sus vínculos con la clase política suiza, fue incapaz de tomar una acción decisiva o manifestarse públicamente. Se dejó a los delegados del CICR que hicieran por su cuenta lo podían para salvar a grupos de judíos.

1945 – 1977

Desde 1945, el CICR, ha continuado instando a los Gobiernos a que fortalecieran el Derecho Internacional Humanitario, y lo respeten. Ha intentado afrontar las consecuencias de índole humanitaria de los conflictos que marcaron un hito en la segunda mitad del siglo XX, comenzando por Israel y Palestina, en 1948.

En 1949, tras iniciativa del CICR, los Estados acordaron examinar los tres Convenios de Ginebra vigentes (que versan sobre los heridos y los enfermos en el campo de batalla, las víctimas de la guerra en el mar y los prisioneros de guerra) y añadir un cuarto Convenio, a fin de proteger a los civiles que viven bajo el control del enemigo. En los Convenios se dispone el cometido principal del CICR en situaciones de conflicto armado.

Y en 1977, se aprobaron dos Protocolos adicionales a los Convenios. El Protocolo I es aplicable en conflictos armados internacionales; el segundo, en conflictos internos, un progreso importante. En los Protocolos también se sentaron normas relativas a la conducción de las hostilidades.

Fundadores

Cometido y Misión

La acción del CICR se funda en los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales, así como en los Estatutos de la Institución –y los del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja– y las resoluciones de la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. El CICR es una organización independiente y neutral que se esfuerza por prestar protección y asistencia humanitarias a las víctimas de los conflictos armados y de otras situaciones de violencia. Toma medidas para responder a las emergencias y promueve, al mismo tiempo, el respeto del derecho internacional humanitario y su aplicación en la legislación nacional.

Proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos armados y de otras situaciones de violencia, así como de prestarles asistencia.

Comité Internacional de la Cruz Roja

Por iniciativa del CICR, los Estados aprobaron, en 1864, el primer Convenio de Ginebra. Desde entonces, el CICR, con el apoyo del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, no ha cesado de instar a los Gobiernos a que adapten el Derecho Internacional Humanitario a las nuevas circunstancias, particularmente al desarrollo moderno de los medios y métodos de combate, con el fin de prestar una protección y una asistencia más eficaces a las víctimas de los conflictos.

Los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 que, en tiempo de conflicto armado, protegen a los heridos, a los enfermos y a los náufragos de las fuerzas armadas, así como a los prisioneros de guerra y a las personas civiles, obligan hoy a todos los Estados.

Más de dos tercios de los Estados son actualmente parte en los dos Protocolos de 1977, adicionales a los Convenios. El Protocolo I protege a las víctimas de los conflictos armados internacionales mientras que el Protocolo II protege a las víctimas de los conflictos armados no internacionales. En estos tratados, se codifican, en especial, las normas relativas a la protección de la población civil contra los efectos de las hostilidades. El Protocolo III de 2005 permite el uso de un emblema adicional, el cristal rojo, por las Sociedades Nacionales en el Movimiento.

Bases Jurídicas de la Acción del CICR

  • En caso de conflicto armado internacional, los cuatro Convenios de Ginebra y el Protocolo adicional I asignan al CICR tareas específicas, entre ellas, el derecho de visita a los prisioneros de guerra y a los internados civiles; por otra parte, los Convenios le reconocen un amplio derecho de iniciativa.
  • En los conflictos armados no internacionales, la comunidad internacional reconoce al CICR un derecho de iniciativa, consagrado en el artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra.
  • En las situaciones de disturbios interiores o de tensiones internas, o en cualquier otra situación que justifique su acción humanitaria, el CICR tiene un derecho de iniciativa que se reconoce en los Estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Por consiguiente, cuando el derecho internacional humanitario no se aplica, el CICR puede proponer sus servicios a los Estados sin que tal ofrecimiento constituya una injerencia en los asuntos internos del Estado concernido.

Declaración de Misión del CICR

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), organización imparcial, neutral e independiente, tiene la misión exclusivamente humanitaria de proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos armados y de otras situaciones de violencia, así como de prestarles asistencia.

El CICR se esfuerza asimismo en prevenir el sufrimiento mediante la promoción y el fortalecimiento del derecho y de los principios humanitarios universales.

Estructura del CICR

El CICR está dirigido por la Asamblea, el Consejo de la Asamblea (órgano subsidiario de la Asamblea en que ésta delega algunas de sus competencias) y la Dirección (órgano ejecutivo). Tanto la Asamblea, integrada por 15 a 25 miembros de nacionalidad suiza, reclutados por cooptación, como el Consejo de la Asamblea están presididos por el señor Peter Maurer, presidente del CICR desde el 1º de julio de 2012. Lo asisten dos vicepresidentes, el señor Olivier Vodoz y la señora Christine Beerli.

Finanzas y Presupuesto

El CICR se financia mediante las contribuciones voluntarias de los Estados Partes en los Convenios de Ginebra, de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, de organizaciones supranacionales (como la Unión Europea), y de fuentes públicas y privadas.

Cada año el CICR hace llamamientos para sufragar los gastos previstos sobre el terreno y en la sede. Si las necesidades sobre el terreno se incrementan, emite llamamientos adicionales. El CICR da cuenta de su labor y de los gastos que realiza en su informe de actividad.

Premios y Galardones

  1. El Comité Internacional de la Cruz Roja recibió el Premio Nobel de la Paz en 1901, 1917, 1944 y 1963. El de 1901 fue para el creador de la organización fruto de sus esfuerzos para ayudar a los soldados a no sufrir después de los conflictos. El premio de 1917 se lo dieron principalmente por el transporte de soldados heridos a su país de origen a través de Suiza. En 1944 el Comité Internacional de la Cruz Roja recibió el Premio Nobel por su gran cantidad de actividades humanitarias y sus servicios a los prisioneros de guerra. Finalmente el último premio recibido por esta organización fue el de 1963 por haber ayudado en grandes conflictos del momento como Algeria, el Congo y el Tíbet.
  2. Recibió el Premio Balzan en 1996
  3. En 2013, recibió el Premio Internacional Jaime Brunet a la promoción de los derechos humanos.
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